Reseña
La colección del Museo de Artes Decorativas de Santiago posee un total de 68 objetos de origen asiático, de los cuales alrededor del 30% provienen de Japón. Este conjunto de artefactos evidencian la diversidad de técnicas, materialidades y estilos artísticos que predominaron en la isla desde comienzos del siglo XIX hasta las primeras décadas de la centuria siguiente.
Dentro de la multiplicidad de artículos que constituyen el acervo japonés del MAD destacan tres figuras de bulto que representan 3 "advocaciones" del Buda: Sakyamuni, Amida Nyorai y Dainichi Nyorai, las cuales tienen un carácter único dentro de las colecciones públicas que resguardan los museos del país. El origen particular de cada una de estas imágenes de culto es desconocido, pues pertenecieron al abogado y coleccionista chileno Hernán Garcés Silva, quien donó íntegramente su colección de objetos artísticos al estado chileno en 1980.
Entre las tres representaciones conservadas destaca la identificada como Buda Dainichi Nyorai, debido a sus características formales, riqueza simbólica e imponentes dimensiones. Esta imagen, que data del Periodo Meiji (1868-1912), durante el último año fue sometida a una serie de procesos de limpieza y recuperación que estuvieron a cargo del equipo del Centro Nacional de Conservación y Restauración (CNCR), institución encargada de devolver la dignidad a esta imponente pieza de culto. (para conocer más sobre el proceso al cual fue sometido este objeto puedes visitar:
En esta oportunidad, el Museo de Artes Decorativas con la intención de dar a conocer esta representación de Buda presenta una completa reseña sobre los aspectos contextuales, históricos e iconográficos más significativos de esta pieza, los que puedes conocer en el artículo que adjuntamos a continuación.
http://issuu.com/museoartesdecorativas/docs/objeto_noviembre_2014
Fragmento
Representación de un personaje masculino sedente, con las extremidades junto al cuerpo. Al extremo superior destaca su cabeza con una trabajada corona metálica; su rostro es de aspecto regordete, con mejillas abultadas, ojos semi-abiertos de vidrio pintado. Sobre la frente, entre los arcos ciliares, presenta un círculo metálico dorado. También tiene un delgado bigote terminado en curva. Tiene el torso recto y desnudo, hombros y brazos descubiertos junto al cuerpo. Sus manos se encuentran unidas, realizando un gesto en el que la izquierda envuelve el dedo índice de la mano derecha. Al extremo inferior, tiene las piernas cruzadas frente al cuerpo. En la zona posterior, presenta una forma ojival apuntada de color dorado, calada con formas sinuosas. La figura se eleva sobre una gran base circular, escalonada, un nivel con relieve vegetal, sobre una estructura formada por cuatro montantes curvos.