
RETRATO EN MINIATURA DE UNA JOVEN
Obra de autor anónimo realizada hacia el 1800 con técnica gouache sobre marfil. Antiguamente los retratos reemplazaban a las fotografías, pero estos no eran utilizados sólo para recordar a seres queridos, en casos puntuales cumplían también razones de Estado ya que eran un vehículo para los matrimonios por convenio. A través de estos pequeños retratos cada novio podía contar con una imagen de su futuro cónyuge. Desde el siglo XVIII se hace sumamente habitual pintar retratos en miniaturas, por ejemplo "el padre de la patria", don Bernardo O'Higgins pintaba este tipo de retratos. El Museo de Artes Decorativas tiene varios retratos en miniatura en exhibición, sin embargo este sobresale por ser extraordinariamente grande y por su calidad pictórica. Está pintado con gouache, técnica similar a la témpera con la que se cubre una delgada lámina de marfil. Cuenta con un marco de bronce y fue realizado para ser colgado en un muro.