El Museo de Artes Decorativas de Santiago (MAD) posee una colección de 13 piezas de mayólica europea, producidas entre finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX. Este tipo cerámico fue presentado por primera vez en 1851 por la fábrica inglesa Minton & Co., en el marco de la Gran Exposición de Londres. A partir de la experimentación con esmaltes a base de plomo y la introducción de un horno de mayor eficiencia, la cerámica victoriana se masificó transversalmente, convirtiéndose en reflejo de la convergencia entre ciencia, innovación tecnológica, arte y diseño. La nueva cerámica hizo eco de las corrientes artísticas de la época que buscaban expresar una alternativa a la aproximación científica y racional a la naturaleza. A través de colores saturados y acabados brillantes, la mayólica incorporó diseños basados en un imaginario libre y expresivo, en la observación de elementos botánicos representados en formas ondulantes y orgánicas y en el énfasis en la exuberancia de animales y plantas: una fantasía natural.