EL ROL DE LA MUJER EN EL MUSEO DE ARTES DECORATIVAS

La mayor parte de los objetos decorativos corporales están dirigidos a la mujer, esto es porque a lo largo de la Historia, las mujeres han sido relegadas a la vida doméstica y se espera de ellas que sean personas que provoquen admiración, placer, calma, entre otras virtudes. Incluso en el famoso "manual" de Carreño, donde enumera las buenas costumbres, es enfático al decir que la mujer siempre debe lucir mejor que el hombre, ya que de no hacerlo sería socialmente mal visto.

La mujer debe decorar su cuerpo para lucir siempre perfecta y demostrar así mejor "educación" y estatus social. La plata era un material altamente valorado considerado un lujo que demuestra el poder de adquisición económica de su dueño. Ejemplo de esto son los estribos, parte de la decoración individual, que denota el escalafón social de quién lo usa.

La imagen de la mujer es utilizada como objeto de decoración en sí misma, lo que no ocurre de igual manera con la imagen del hombre. El erotismo y la pureza vinculada a la imagen femenina provocan que sea común el uso de su cuerpo para ser contemplado y admirado por la sociedad.

En general vemos a las mujeres desnudas, o realizando labores domésticas a diferencia de las imágenes de hombres que son, por lo general, personajes reconocidos, niños o querubines, o aparecen vinculados a la imagen femenina (besando a una mujer, agasajando a una mujer, etc).

Las mujeres de la élite de los siglos XIX y XX estaban vinculadas únicamente a los aspectos de la vida doméstica - no era socialmente aceptado que participaran de política ni en trabajo asalariado y era mal visto que asistieran a la universidad. Sus preocupaciones debían ser la familia, la crianza de los hijos y la administración del hogar.

La belleza y la moda eran parte crucial de su vida, tanto en su aspecto físico como en el aspecto de sus hogares y pertenencias. Los "objetos estéticos" eran un mercado dirigido principalmente al consumo de estas mujeres de la oligarquía. Los objetos decorativos de todas las salas estaban, entonces, dirigidos a las mujeres que administraban sus hogares y, por tanto, los decoraban con los estándares de moda de cada época.